Forenses

Hace diez años, en frente de su casa, Katalina Ángel descubre el cuerpo de una mujer trans asesinada. En los años ochenta, Jorge Arteaga, tío del director, desaparece. A estas dos historias se suma una tercera: el testimonio de Karen Quintero, una antropóloga forense que trabaja en labores de búsqueda e identificación de desaparecidos por el conflicto armado en Colombia. En Forenses, la imagen se convierte en territorio y el cuerpo desaparecido se funde con la geografía. Federico Atehortúa propone una reflexión sobre los cuerpos sin identidad que, en su desaparición, acaparan el paisaje entero, habitando las capas geológicas del territorio. Si bien la película dialoga con las preocupaciones previas del director en Pirotecnia (2019), Forenses opera en otro régimen visual: las imágenes no se resisten a la desaparición; la encarnan. Un río de pixeles y árboles virtuales inunda la pantalla, construyendo una imagen opaca, borrosa y fragmentada de una espectralidad que vive al interior del mismo paisaje. La cartografía de Colombia se transforma en un mapa espectral donde los desaparecidos comparten un mismo destino: existir, persistir y resistir en la imagen.

Paula Rodriguez Polanco