Kontinental ’25

Radu Jude explora el absurdo social con Kontinental '25. El poder, la culpa y las estructuras opresivas rigen la sociedad rumana contemporánea. Inspirada en Europa '51 de Roberto Rossellini, la película trastoca la premisa: aquí, la crisis de conciencia de la protagonista no trae redención; más bien el estancamiento emocional. Rodada con un iPhone (en tan sólo 10 días) y con un equipo apenas mínimo, podría decirse que Kontinental '25 aboga por una estética rudimentaria, lo que refuerza su tono documental. El guion, además, recientemente galardonado con el Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín, combina humor negro y una caústica crítica a la actualidad. Jude no solo indaga la especulación inmobiliaria o el racismo estructural; también desmonta las contradicciones del progresismo ‘’bienintencionado’’, atrapado entre la indignación y la inacción.
Eszter Tompa encarna con brillante ambigüedad a Orsolya, una mujer cuya culpa es menos un dilema moral que una necesidad desesperada de validación externa. La ausencia de diálogos en ciertas escenas o el uso de encuadres estáticos enaltecen la sensación de vacío y alienación. A lo largo de Kontinental '25 se sostiene una mirada cómica, desafiante y perturbadora sobre la banalidad del mal moderno: arbitrariedad del poder y fragilidad de nuestras convicciones.