Los capítulos perdidos

La ópera prima de la venezolana Lorena Alvarado es un ejercicio que linda entre la ficción y el documental. Una muchacha que vive en el exterior (la hermana de la directora) regresa durante un tiempo a su casa paterna en Caracas. Tras encontrar una postal en la librería de usados de la familia, emprende una investigación bibliófila alrededor de una novela misteriosa. Sencilla, cálida y nostálgica, esta es una película familiar—en la que también participan el padre y la abuela de Alvarado— que aborda el tema de la memoria  desde distintos ángulos: el coleccionismo de libros venezolanos del padre, la pérdida de memoria de la abuela y la experiencia del regreso de la migrante. Se trata de un retrato cariñoso de una ciudad envuelta en una suave y dulce decadencia, que hace pensar no solo en esos tiempos largos de las vacaciones, al mismo tiempo amplios y finitos; sino también en la experiencia particular de los regresos temporales de quienes han migrado. Lo familiar, visto desde la distancia de la ausencia y la vida en otro lugar, se carga de una extrañeza inesperada.

Manuel Kalmanovitz